Tras las revueltas de Túnez y Egipto, el mundo se a puesto en pie y en protesta, exigiendo la dimisión de unos Gobernantes ladrones, impositores del miedo y enriquecidos bajo la tutelas de gobiernos externos.
Gobiernos que ahora sacan sus militares a la calle en unos países y en otros, haciendo vagas promesas para que permanezca una supuesta calma intentando evitar lo sucedido en Egipto. Ya era hora de que cambiasen las tornas y de que volviese el poder de la democracia, una democracia del pueblo, de un parlamento y en definitiva de una gran sociedad como es la sociedad árabe, sacudidos por Guerras y petro-dolares ademas de la gran desconfianza internacional que acarrean a su espalda. Ya era Hora.
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